El Shiatsu y sus secretos: La respiración
Cuando uno practica el Shiatsu no requiere de ningún instrumental, se puede aplicar en cualquier lugar y momento, en el desierto, en la playa, en la cima de una montaña... en fin, donde quiera que nos hallemos. Con todo, resulta preferible llevarlo a cabo sobre una alfombra o futon dispuesto en piso, así la terapia tendrá mejor efecto y su terapeuta , mejor punto de apoyo para aplicar la técnica Kenbiki
Sin embargo, existe un secreto crucial, la respiración del paciente y del terapeuta; una buena técnica de respiración permite conseguir un estado de relajación conveniente y preciso para iniciar la danza terapéutica; importante estado para que en el terapeuta ejerza solo la fuerza y presión necesaria en el momento de la espiración. Mientras uno aspira el aire, el cuerpo se contrae y se envara motivo por el cual, se sede coordinar el movimiento en la etapa de exhalación para evitar espasmos musculares o penosos para el paciente. Así pues, como la música y la poesía, una terapia entra en un estado de respiración rítmico convirtiendo al Shiatsu en un arte milenario para generar estados de alivio permanente, activando los centros energéticos que crean los proceso de auto sanación en el paciente.
Hacer consciente un proceso a menudo inconsciente, significa aprender a desarrollar la respiración para influir en nuestro sistema nervioso y en nuestro estado mental-emocional. Conectar cuerpo-mente-alma, viendo con el tercer ojo, la entrada del aire por una fosa nasal - llegar a nuestros órganos -, verlo recorrer las partes del cuerpo y, posteriormente, verlo salir por la fosa nasal contraria a donde fue inhalado; desarrolla vitalidad, serenidad y calma mental.
Kundalini Pranayama se compone por más de 15 técnicas de respiración que se pueden practicar para re-generar las vías de descarga energética de nuestro organismo; éstas técnicas de purificación estabilizan la mente y reducen los niveles de estrés.